Autonomía digital y tecnológica

Código e ideas para una internet distribuida

Linkoteca. vivienda


Hablar de vivienda colectiva es hablar de vida en común, y por consiguiente, del conflicto como herramienta que nos construye socialmente. Asumir dicho conflicto como parte natural del espacio intermedio que surge entre dos o más partes.

Gran parte de la arquitectura residencial de los últimos años ha optado por negar ese espacio de conflicto. Sin embargo, y como hemos visto, pueden existir formas de asumirlo y trabajarlo. La vivienda del futuro será así la que se materialice como discusión permanente. Recomponer ese binomio (vida-trabajo) establecido por la ciudad industrial y renunciar al imaginario de vivienda dormitorio en favor de una nueva idea de espacio compartido en el que vivir, trabajar, disfrutar y cuidar acompañados.

…decentralized working circles that (mostly) have free association with one another

All circles are open for any housemate to join, and everyone must be a part of at least one circle. However, looking closer at circle operations reveal different degrees of centralized decision-making and chain communication. For example, all circles have rotating “lead” position, some of which are paid. The lead circle is responsible for facilitating that circle’s tasks alongside acting as the circle’s primary representative with the larger community.

Integrating all three network styles allows us to successfully maneuver the tension between having an organized framework to maintain a cohesive, happy household and one that is dynamic and open to changing needs of our housemates. However, to make this function smoothly requires buy-in from all members. We aim to reaffirm our commitment at our bi-monthly, all-house meetings, where the circles report on their progress to the entire community. We find that this is usually when most conflict arises — but we work together to address triggers and fill in gaps in our structure. Doing this ensures that we’re all taking responsibility for each other’s well-being and creating experiences that wouldn’t be possible if we went at it alone.

La venta de vivienda social ha sido sistemática durante los anteriores gobiernos municipales del Partido Popular. A la enajenación de 1.860 viviendas a Fidere por parte del Gobierno de Ana Botella que en estos momentos se encuentra judicializado, hay que sumarle otras 3.000 viviendas a otros fondos buitre.

«Hay que tener en cuenta que el parque de alquiler público no llega al 2% en Madrid, la incidencia es nula», explica la arquitecta. «Siempre que hablemos del modelo Viena o el de otras ciudades europeas hay que tener en cuenta que en esos casos las ciudades cuentan con un elevado número de vivienda pública entorno al 20% o el 25% sino no hay manera de incidir en el precio»

Disponer de repente de un parque de vivienda pública del 20% del total para incidir en los precios del alquiler es casi imposible. Por eso, para Raquel Rodríguez hay otras medidas que se pueden poner en marcha desde ya que ayudarían a regular los precios desorbitados que sufren las grandes ciudades. A su juicio, los alquileres turísticos influyen pero no es el único problema.

La enajenación de patrimonio público ha sido una constante durante los últimos 20 años en la capital donde la política pública de vivienda se ha basado en la venta. La pérdida de viviendas públicas durante las últimas dos décadas se ha cuantificado en 23.000, según la EMVS, lo que supone que de no haberse producido todas estas ventas en la actualidad el Ayuntamiento de Madrid contaría con parque estimado de 29.000 viviendas.