We treat the Web like our oceans, which are now so polluted by plastic that we have gigantic floating «garbage patches». In this ocean, think of Facebook as the beach resort where you go with your family on an all-inclusive holiday. And Twitter is the cruise ship that sails you around the world but doesn’t encourage you to step ashore.
La metáfora de internet como un océano es potente y adecuada porque nos hace pensarlo como un procomún que hay que cuidar. Nos hace pensarlo desde la ecología. Y quizás replantearnos la idea de que internet, como los océanos, parece que se traga todo y que da igual lo que hagamos con su inmensidad, que ahí seguirá.
Y pensar en los usuarios de Facebook y Twitter como turistas de pulsera todo incluido es cómico y trágico a la vez.