Autonomía digital y tecnológica

Código e ideas para una internet distribuida

Linkoteca. procomún


Pillku es una revista digital sobre cultura libre y bienes comunes. Entre 2011 y 2017 ha generado un total de 22 números con temáticas diversas. En el año 2018 se ha materializado en forma de libro impreso la publicación: Pillku: Antología de un proceso colaborativo. En 2019 y 2020 seguimos distribuyendo el libro y compartiendo la experiencia.

Materiales de trabajo realizados por Ergosfera como parte de un proyecto de investigación sobre los comunes urbanos desarrollado por el Instituto Do It Yourself y cuya primera fase se materializó en la exposición CIUDAD DE LOS COMUNES, comisariada por Todo por la praxis, diseñada por Enorme Studio e instalada en el IDYS (Madrid) entre el 12 de diciembre de 2019 y el 12 de febrero de 2020.

Desde mi punto de vista, el procomún ha de servirnos para repensar la propiedad, tan marcada por un rumbo que parece incuestionable. Difícil nos lo ponemos si decimos que “el procomún es lo que es de todos pero no es de nadie”. En el rincón oscuro y caliente que deja esa frase descansa plácidamente la propiedad.

…el procomún no es solo un marco para reflexionar sobre otras formas de propiedad, es también la evidencia de que ya existen.

…nada es procomún por naturaleza, nada es procomún para siempre. Hay que activarlo.

Sin comunidad, no hay procomún. Sin modelo de gobernanza, no hay procomún. Esa tríada (recurso, comunidad, modelo de gobernanza) es la que constituye el procomún. Esa articulación es la que genera beneficio colectivo y evita (o intenta limitar) los procesos de cercamiento y de privatización. Esos tres elementos son los que fundan una propiedad distinta, con derechos de uso y usufructo del recurso.

Así frente al miedo por el vaciado de significado que corre el procomún en la actualidad, prefiero apostar, no por su rellenado, sino por el DESBORDAMIENTO. Corramos el riesgo. Prefiero un bosque en el que perderme que una jaula de oro. Que esa base difusa se extienda y contamine y vayamos ocupándonos, según sea necesario, de actuar con más rigor, de normativizar, de reconducir, de adaptar contextualmente, de plantear aplicaciones específicas, etc.

Las ‘Humanidades ZERO’ son aquellas que, debido a la banalización del ocio cultural, endulzan un poco la vida pero ni alimentan ni transforman nada.

El tiempo de trabajo se funde con el tiempo de consumo y de ocio, en mundos que producen valor capitalista constantemente, como las redes sociales.

Eso es lo realmente relevante, el poder convertir nuestras herramientas culturales en herramientas de vida y de transformación.

Estamos en un proyecto de vida para generar el siguiente y el siguiente y el siguiente. Vivimos como en una especie de fuga sin fin que muchas veces lo que hace es que perdamos el sentido de lo que estamos haciendo.

una especie de autorreferencialidad muy engañosa que en el mundo de la política ya está teniendo resultados: uno tiende a pensar que el resto piensan como él y el disenso se convierte en un escándalo o en una agresión personal. Una fuente de enemistad radical. Mientras que en el mundo de los activismos o de la creación artística facilita la creación de burbujas que se miran a sí mismas y se autocomplacen.

No sabemos cómo convertir nuestros saberes en procesos de emancipación y de transformación colectiva.

Un commun = des personnes ayant accès à une ressource qui créent collectivement des règles pour produire et préserver des ressources.

Pas seulement la ressource, aussi les relations sociales autour de cette ressource
Faisceau de droits (usage, glanage,…) VS droit exclusif de propriété
Collectif = micro-institution (E. Ostrom dans la lignée de certains économistes institutionnels)