Autonomía digital y tecnológica

Código e ideas para una internet distribuida

Linkoteca. nostalgia


Hablo de la nostalgia y eso es más fuerte hoy que nunca. La situación económica nos ha moldeado como la generación que más se refugia en el pasado. Fuimos la generación con la infancia más acomodada y nos encontramos con un mundo que no está interesasdo en lo que quieran o puedan aportar los jóvenes. Las empresas no quieren formarlos ni contratarlos. Somos el caso inverso de nuestros padres. Ellos partieron de una infancia dura y, a medida que fueron creciendo, se encontraron un mundo mucho más receptivo y abierto a lo que los ellos pudieran construir. Mis padres no hablan de su infancia con nostalgia. Nosotros con 20 años ya parecíamos viejunos, recordando nuestra Game Boy.

…se empieza encadenando carreras y másteres y se acaba en la treintena con un currículo de primera sin haber trabajado nunca. Eso es peligrosísimo. Pierdes el tren. Tu visión del mundo real está completamente deformada. Nos falta trabajar desde los 16 años. Aunque sea en un bar de mierda pero que te enseñe lo que es tener un jefe despótico que te putea y tener que llegar a tu hora y responder por tus responsabilidades y todo a cambio de dos míseros euros. Así empiezas a definir lo que no quieres en la vida. Empezar a hacer elecciones ayuda más.

Many movements throughout history have looked to an imagined past, and indeed actively constructed an idea of the past, in order to envision a better future. And often there’s a lot of political utility in making people feel as if they’ve lost something—a set of rights, a set of freedoms—that they now need to reclaim. Even if it’s not entirely clear if those rights or freedoms existed.

It’s also important to point out that internet nostalgia is a constant of internet history.

What if we could feel nostalgic not really for those previous eras of the internet that the onward march of privatization has obliterated—whether GeoCities or Myspace or even farther back—but what if we could feel nostalgic for the missed opportunities, for the forks in the road that could have gone a different way, for the the points in history in which privatization was deepened when the internet could have evolved in a different channel? Then perhaps nostalgia could be an aid to the social movements that will be necessary in order to deprivatize and democratize the internet.

We use the internet in the privacy of our bedrooms, or in the glow of our smartphones. What if our experience of the internet could be a more collective one, and one that brought us into relationships of solidarity and mutual support with other people in our community? So to that end, I think what the Equitable Internet Initiative is doing could provide a promising starting point for thinking about connecting differently through the internet.