Hoy nos acompaña Simona Levi, una de las 25 personas que están dando forma al futuro según la revista “Rolling Stone”, para hablar de una de las características más básicas de las organizaciones: su tamaño.
Casi todos estamos de acuerdo en que la razón tras cualquier intento de organización es hacer algo, pero ¿Es inutil intentar cambiar nada sin la concurrencia de las masas como sugirieron diferentes corrientes políticas del s.XX o son los pequeños grupos decididos, insistentes y comprometidos los que cambian el mundo?
¿Qué límites impone la naturaleza, la sociedad y la cognición a la escala de nuestras organizaciones? En definitiva ¿cuantos tenemos que ser para hacer algo?
Pillku es una revista digital sobre cultura libre y bienes comunes. Entre 2011 y 2017 ha generado un total de 22 números con temáticas diversas. En el año 2018 se ha materializado en forma de libro impreso la publicación: Pillku: Antología de un proceso colaborativo. En 2019 y 2020 seguimos distribuyendo el libro y compartiendo la experiencia.
Los hilos son simples: las cadenas de respuestas están identificadas para mostrar a qué comentario o sub-comentario están respondiendo. Sin embargo, son una manera importante y reciente para que podamos dar sentido juntos a nuestro mundo. Permiten que la conversación divague sin penalización (solo pasa al siguiente comentario al mismo nivel) y permite que una conversación asíncrona se ordene a sí misma como si fuera un tiempo real de ida y vuelta. Los hilos son impresionantes.
Ni siquiera he mencionado los enlaces. Cambian cómo nos movemos a través de la información. Nos permiten colaborar entrelazando ideas tan informalmente o estrictamente cómo queramos. Nos permiten llevar el trabajo de otras personas a nuestro ámbito sin tener que reclamar ningún derecho sobre ellos. Crean una red de ideas que es propiedad de todos y de nadie. Entonces, digamos que los enlaces son una cuarta contribución a cómo conocemos. Cuando se trata de aquello a lo que prestamos atención, Internet es como un par de zapatos nuevos: inevitablemente nos enfocamos en lo que nos causa dolor. Eso es bueno, al menos cuando se trata de Internet, ya que los problemas son graves. Pero también debemos recordar los efectos positivos de incluso los elementos más simples de la Red sobre cómo aprendemos y sabemos. Debemos tener en cuenta que también están construidos sobre la arquitectura básica de la red, ya que diseñamos soluciones para los problemas reales que enfrentamos.
Darme cuenta que lo que me regalan las grandes coorporaciones no es tanto como les gusta hacernos creer, bajo su eslogan de gratis. Sacan mucho mas de mis datos que yo de sus servicios.
Acomodar mis practicas a mi discurso. Porque la soberanía tecnologica como los feminsismos no se basan solo en teorias si no NUESTRAS PRACTICAS.
Dejar de acumular servicios, como una depredarora capitalista. Y usar solo los que cuido y pago.
Repasar lo aprendido y usar la red optimizando recursos y no a lo capitalista ( consumista, acumuladora) solo porque es gratis.