El pasado 26 de junio estuve hablando en #OPENMadrid sobre qué características deben tener los espacios digitales para tener un grado de autonomía aceptable. Estos espacios son la infraestructura digital de iniciativas urbanas, cada vez de más envergadura. En Madrid, por poner dos ejemplos, El Campo de Cebada o cualquiera de los movimientos derivados del 15M. Incluyo en esta entrada el material que generé para la sesión.
Resumen
La lógica distribuida lleva tiempo aplicándose a multitud de contextos y sistemas tradicionalmente centralizados, entre ellos el urbano, cambiando la topología centro periferia. La reducción de dependencias económicas, sociales, culturales o energéticas, es una consecuencia directa, gracias a la distribución de servicios y recursos, así como la perdida de control del antiguo centro del sistema: un nodo más en el esquema distribuido.
Las nuevas redes de hospitalidad (como Couchsurfing), las de transporte (como Blablacar), o las de financiación (como cualquier plataforma de crowdfunding) siguen un funcionamiento distribuido, y es evidente que han modificado las prácticas urbanas, eliminando dependencias que el ciudadano solía tener.
En definitiva ahora son posibles nuevas maneras de vivir la ciudad. Podríamos decir que estos sistemas construyen un espacio urbano más inclusivo. En la charla «Infraestructuras digitales para las prácticas urbanas distribuidas» analizaremos estas redes y los espacios digitales que las soportan.
1 comentario