Autonomía digital y tecnológica

Código e ideas para una internet distribuida

Linkoteca. ciudadanía digital


Francisco Jurado: «El 15M tenía tres patas: las asambleas, la parte más física; las manifestaciones, momentos puntuales catárquicos; y grupos temáticos cibernéticos, minoritarios (15M pa Rato, PAH, auditoría ciudadana de la deuda…) que fueron los que permitieron resistir el invierno cuando se hacía más duro asistir a las asambleas.»

Se trata de la residencia digital (o e-residency, en inglés), con la que cualquier persona puede hacerse residente de este pequeño país de 1,3 millones de habitantes sin necesidad de vivir allí.

La residencia digital no aporta la ciudadanía ni exime de la necesidad de la visa. El objetivo es que los nuevos residentes contribuyan a la economía del país utilizando sus bancos y abriendo empresas.

La residencia digital, en cambio, permite a los emprendedores abrir su negocio sin necesidad de contar con un director local en el país, así como acceder a los servicios bancarios y de pagos online, declarar los impuestos a través de internet o firmar documentos sin poner pie en Estonia.

La iniciativa se lanzó en 2014 y ya hay más de 20.000 residentes digitales. En total, manejan unas 3.000 empresas, según datos oficiales.

Nacida del trabajo de entidades, medios de comunicación y colectivos integrantes de la coalición Defender a quien Defiende, es también una herramienta de visibilización y análisis de las vulneraciones de los derechos humanos cometidas por cuerpos policiales y agentes de seguridad privada en el Estado español, especialmente en contextos de protesta social (derechos de reunión y manifestación prioritariamente).