¿Son nuestros los espacios digitales que alquilamos?: el ataque de fuerza bruta a WordPress en los servidores de CDMon
Imagina que llegas un día a tu casa y al ir a meter la llave en la cerradura del portal, un señor policía te sujeta la mano y te dice, con mucha educación, que no puedes pasar. Tú le dices que vives allí, y le enseñas la llave como prueba. Él te explica que hay una banda de ladrones rubios en el barrio y que no dejan pasar a ningún rubio como medida preventiva, por orden del propietario. Maldita ascendencia nórdica, piensas, sin acabar de creértelo. Llamas a tu casero que te confirma que él mismo he contratado a los policías. Te dice que lo siente, pero que por la seguridad de tu vivienda, no puede dejarte pasar. Una historia absurda pero real: esto es lo que les pasó hace un mes a los inquilinos de CDMon.