La reciente remodelación de un edificio del siglo XIX en la calle Campoamor de Madrid en la que el artista Babiloni ha pintado toda la fachada con un estilo semejante al grafiti plantea el debate sobre la propiedad de las fachadas. Diego Fullaondo lanza el debate en su artículo Arquitecturas de contraataque en soitu y lo compara con la polémica que envolvió a un edificio de Siza en Kreuzberg, donde alguien hizo una pintada xenófoba que permanece aunque el arquitecto puso todos los medios para eliminarla. ¿A quién pertenecen las fachadas? ¿Al arquitecto como autor, a los propietarios, a los ciudadanos?