Autonomía digital y tecnológica

Código e ideas para una internet distribuida

Autonomía digital y tecnológica en la nube

Imago voragine.net

Este artículo lo escribí para el blog del proyecto SentientID bajo el título Esto va de autonomía digital y tecnológica.

Simplificando y siendo categóricos podríamos decir que la historia de internet es la historia del acceso a la información. Si algo ha crecido con internet es la cantidad de información a la que podemos acceder, la producción de información y los receptores potenciales de información. Podríamos hablar también de las conexiones entre personas que antes no se podían producir, que han conformado lo que difusamente se denomina la sociedad red. Pero sin duda lo más interesante de internet son las nuevas maneras de pensar y actuar que ha traído, casi como efectos colaterales e inesperados, que tienen mucho que ver con la manera de funcionar de las comunidades de desarrollo de software libre.

La comunidad hacker, formada por programadores de todo el mundo, ha sido el primer entorno a escala global que adoptó una manera de organización colaborativa, basada en el trabajo de los otros tanto como en el propio y donde se destierra por completo el concepto tradicional de autor, que no el de reconocimiento.

Con la apropiación de estos modos de hacer por parte de otras disciplinas los valores hackers se han ido enriqueciendo, y posteriormente de vuelta a las comunidades de desarrollo han dado nuevos frutos. Es entonces cuando los programadores las han empezado a aplicar, no solo a su manera de trabajar y producir código, sino a los propios proyectos de software que sacan adelante, conformándose un ejército descentralizado de desarrolladores que ha adquirido conciencia de que, si antes el código era la ley, ahora el código es definitivo a la hora de configurar el ecosistema que lo usa. Se ha dicho que el movimiento 15M o el Ocuppy Movement, que han sacado su fuerza de las redes sociales, son las primeras revoluciones incitadas por gente de ciencias.

Estos proyectos son los que hacen posible seguir manteniendo una autonomía digital y tecnológica a quien quiera disfrutar de ella. Con cada novedad digital o tecnológica se abren nuevas posibilidades que vienen acompañadas de pérdidas de control en algún aspecto para el usuario. El caso paradigmático y más conocido es el del software propietario. Gracias a las comunidades de desarrollo, más tarde o más temprano, aparece una manera de recuperar el control perdido, a todos los niveles. En el caso anterior el software libre.

Podríamos decir que la historia de internet es la historia del acceso a la información, la historia del control del acceso a la información. Para acceder a esa información lo que hay que tener es conexión a la red, herramientas para encontrarla, y espacios para compartirla y almacenarla.

El primer grado de libertad digital que podemos imaginar es el acceso neutral y sin censura a internet. En un mercado de las telecomunicaciones liberado son empresas –los proveedores de acceso a internet– los que regulan el acceso según sus intereses, que no tienen por qué coincidir con los de sus clientes. Un mercado liberado permite que una organización habilite una red abierta de nodos ciudadanos sin las restricciones de las comerciales. La Fundación guifi.net se constituyó legalmente como proveedor de acceso y da el soporte para que cualquiera se una a su red, permitiendo disfrutar de un acceso sin las restricciones de velocidad o localización geográfica que marcan los operadores comerciales, y sin estar expuesto a posibles cortes en el servicio por cualquier motivo.

El segundo grado de libertad digital podríamos definirlo como la capacidad de encontrar la información sin censura y sin las restricciones que definen los algoritmos de empresas como Google, Yahoo o Bing. Los buscadores de internet son la puerta de acceso a cualquier información en la red, y si una de estas empresas decide que algo no debe ser visible lo puede eliminar de los resultados de una búsqueda, como pasó en China por motivos políticos o en todo el mundo con la pornografía o los casinos por razones morales. Yacy es un buscador distribuido que funciona utilizando el protocolo p2p. Esto permite que los resultados de las búsquedas estén alojados en los ordenadores de los usuarios, no centralizados en un data center propiedad de una empresa. Además de conformar una estructura en la que los contenidos son difícilmente censurables, al estar toda la información en los ordenadores de los usuarios, los data center y todo su consumo energético son prescindibles.

En internet la cantidad potencial de consumidores y productores de información es la misma, así que el espacio donde alojar la información producida es vital; podríamos decir que el tercer grado de libertad digital es la capacidad de almacenar los datos en el lugar y bajo las condiciones que cada uno considere. Las empresas que proporcionan cualquier servicio en forma de aplicación en la nube ofrecen también espacio para almacenar los datos que va produciendo el usuario que la usa. El uso de una aplicación conlleva aceptar unas condiciones que regulan el uso de los datos producidos por parte de la empresa que provee el servicio. Puede ocurrir que se esté de acuerdo con las condiciones de uso de la aplicación pero no se quiera que la empresa aloje nuestros datos. Unhosted ha creado un protocolo de almacenamiento remoto que permite separar el código de los datos, o dicho de otro modo, usar aplicaciones web y alojar los datos producidos con ella en el lugar que elijamos. De esta manera los proveedores del servicio no tienen el control de nuestros datos, únicamente del código que conforma la aplicación.

En este sentido, han sido muy comentados los sucesivos cambios que ha hecho Facebook en su aviso legal acerca del uso que hace de la información de los usuarios. Llegados a este punto el usuario solía tener dos opciones: aceptar la política de Facebook en cuanto al uso de sus datos para seguir usándolo, o dejar de tener esa conexión social. Se nos puede ocurrir una tercera vía que consiste en usar algún software tipo Facebook que se pueda instalar en un servidor propio y montar una red social por cuenta propia; el problema es que esa red nunca tendrá tantas conexiones como Facebook. Diaspora es una red social descentralizada y privada, que ofrece la posibilidad de instalación en cualquier servidor y un protocolo de comunicación entre las diferentes instalaciones o pods, configurando así una red de redes sociales. Cada cual puede fijar sus propias reglas en su red y tener control absoluto sobre los datos producidos, pero seguir conectado a la red general.

Esto va de autonomía digital y tecnológica y hay soluciones y programas para disfrutar de ella, para no perder el control. Lo único que le queda al usuario es asumir su responsabilidad a la hora de gestionar su presencia y su comportamiento en el entorno digital.

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