Autonomía digital y tecnológica

Código e ideas para una internet distribuida

Linkoteca. radio


On sent de l’extérieur que Radio France, et notamment France Inter, est beaucoup attaquée pour ne pas être assez critique de l’ordre établi. Mais tu veilles le plus souvent à défendre le service public.

Oui, je défends le service public de la radio et pense que, malgré ce qu’ « on sent de l’extérieur… », Radio France est moins sujette aux pressions des milieux politico-économiques que les groupes de radio privés. La critique de l’ordre établi ? France Inter n’est bien évidemment pas une radio d’extrême gauche (ni d’extrême droite d’ailleurs) mais la critique est présente notamment par le biais des humoristes, c’est une façon de faire.

Mais en tant que « l’émission des luttes », ne vous sentez-vous pas comme la caution « gauchiste » de France Inter ?

Non, nous ne le vivons pas comme ça, mais c’est effectivement une critique récurrente qui était déjà formulée à l’adresse de Là-bas si j’y suis. France Inter est une radio généraliste qui se doit de refléter une pluralité d’opinions, d’expressions et de sensibilités et nous participons activement à cette mission de service public. Nous avons effectivement l’ambition et le souci de donner la parole à ceux que l’on entend le moins et c’est par le reportage de terrain que nous rencontrons et tendons plus facilement le micro aux exclus de la parole autorisée.

J’ai d’abord commencé à travailler un peu par hasard à Radio Latina en 1994 comme programmateur musical. Je rentrais d’une belle et longue tournée en Amérique Latine, comme trompettiste du groupe Mano Negra. Après l’épopée du rock alternatif français ont commencées les années MTV. La musique devenait une marchandise mondialisée et moins un « sport de combat » collectif comme je l’imaginais au début. J’ai créé l’association Fréquences Éphémères en 1995 et commencé à monter des expériences radiophoniques temporaires, en même temps qu’à Radio Latina j’apprenais tout le métier : la technique, l’utilisation des émetteurs, l’animation et le reportage.

 

Ça a commencé à Nantes, avec Radio Ciudad Habana : deux jours de fiction radiophonique en direct pendant le festival off des Allumées, et à Uzeste avec Radio Uz, le laboratoire d’improvisation radiophonique du festival Uzeste Musical, lieu de convergence de toutes ces improvisations entre musique, reportage, création radiophonique et théâtre de rue, qui continue chaque année.

Puis il y a eu les débuts de la Radio des Suds en 2001. L’idée était de monter un atelier et une radio temporaire pendant le festival de musique du monde Les Suds à Arles, avec et pour les détenus de la Maison centrale. Faire en sorte que la musique, les rencontres et les conférences des Suds, un festival engagé sur le territoire social et géographique, soient accessibles aux détenus malgré les murs. Une belle histoire qui continue toujours aujourd’hui, même si après l’inondation et la longue fermeture de la prison, nous destinons maintenant la Radio des Suds à des jeunes Arlésiens en difficulté. C’est en quelque sorte une radio d’émancipation populaire pour tenter de comprendre le monde par ses musiques. Pratiquer la radio donne aussi des clefs pour décrypter les médias en général. Et voilà, de nouveaux auditeurs exigeants qui nous écoutent et créeront rapidement, je l’espère, des nouveaux médias pour prendre la parole.

Et chaque samedi sur France Inter, on continue de mettre à profit, en pratique et à l’antenne, un savoir-faire hérité des grandes heures de Radio France. Ça nous fait vibrer toutes les semaines, on aime ça et on bataille pour que ça ne disparaisse pas des ondes nationales, quand toute une nouvelle génération de créateurs, reporters, documentaristes, réalisateurs, réinvestissent le son et l’art radiophonique sur le net.

In 1973, he appeared as himself in George Lucas’s second feature film American Graffiti. Lucas gave him a fraction of a «point», the division of the profits from a film, and the extreme financial success of American Graffiti provided him with a regular income for life.

Carlos tenía unos elementos que yo creo que eran únicos y siguen siendo únicos. Primero es que él no entendía por qué estaba allí. Él tenía siempre un concepto autodestructivo de sí mismo. Pensaba que había caído por ciertas confabulaciones del destino en la dirección de Hora 25 , pero que era un lugar en el que él no tenía que estar. Él tenía que estar en su barrio de Canillejas o trabajando en otras cosas. Eso le proporcionaba una visión muy escéptica de todo lo que hacía. Todo lo que veía a su alrededor lo veía a través del prisma de alguien que no se considera tan importante. Yo creo que es uno de los grandes errores de los informativos actuales, que es pensar que somos importantes. Si tú te pones en un lugar mucho más humilde e intentas entender la información al mismo tiempo que el oyente, situándote en su mismo plano, vas a generar una empatía. Y esa empatía la hemos perdido, quitando Carlos que era magnífico, porque le estaba diciendo al oyente: yo soy uno de los vuestros, yo soy como vosotros. Y a eso encima le añadía un sarcasmo de barrio periférico madrileño que te ayudaba no solo a entender lo que te estaba contando sino a divertirte con lo que te estaba contando. Estuvimos siete u ocho años trabajando codo con codo y creo que parte de mi concepto escéptico sobre el periodismo se lo debo a él.

El programa está perfectamente diseñado además para que los contenidos vayan de lo más complicado hacia lo más sencillo, al tiempo que acompañan al oyente en su sábado por la mañana y en su domingo por la mañana. Y son días muy diferentes. Los sábados son días de euforia, donde te levantas sabiendo que te queda todo el fin de semana por delante. Los domingos son días de mayor meditación y de mayor tranquilidad, y los contertulios también se ajustan a eso. Todo está pensado siempre teniendo en la cabeza a la persona que está al otro lado de la radio. Nunca pensamos en nosotros, pensamos en ellos.
…el programa tiene dos espinas dorsales, una es la información y otra es la música, que está empleada para emocionar, para subrayar, para ilusionar…

En este sentido, Iván Oriola, tratando de profundizar en la razón última que le hizo regresar de su querido Washington, en el que mantiene casa, y sobre todo amigos, y al que regresa a menudo, le pregunta por el proceso que siguieron con él para ponerle el caramelo en la boca. “En realidad, la idea fue de un director general que ya no está, desgraciadamente falleció poco después, Alejandro Nieto, que quería desde el principio que me incorporara a Madrid, en realidad, quería cambiarlo todo. Y me dejó la oferta encima de la mesa. En mi contrato de entonces me respetó una duración de un año, transcurrido el cual, regresaría a Estados Unidos. Creo que luego fue Lluís Rodríguez Pi el que orientó el programa hacia el fin de semana, donde se podía innovar mucho más libremente que entre semana, donde hay muchas más servidumbres.

Elegí el periodismo -le comenta a Iván Oriola- porque quería una profesión donde pasármelo bien, y poder viajar, que me encanta. Y las dos cosas me las ha proporcionado

Este podcast resulta imprescindible para entender la trayectoria del profesional de la radio española que más la está cambiando. Que está introduciendo más elementos que la están poniendo al día. “Con la música, por ejemplo, no he hecho más que recuperarla del olvido, de la marginación a la que la sometió la radio hablada durante mucho tiempo. Si se hablaba de dinero, programaban el ‘Money’ de Pink Floyd, y no salían de ese bucle. Y no la respetaban, la pisaban, cortaban los compases, no se emitía el tema entero. Y yo creo que la música forma parte esencial de la narrativa radiofónica”, concluye, a modo de sentencia.

MPlayer is an extremely versatile open source media player that can be surprisingly useful at the Linux command line.

MPlayer has a slew of command-line options to set depending on your situation. I wanted to listen to the local college radio station here in Raleigh (88.1 WKNC, they’re pretty good!), and so after grabbing the streaming URL from their website, all that took to get my radio up and running, no GUI or web player needed, was:

$ mplayer -nocache -afm ffmpeg http://wknc.sma.ncsu.edu:8000/wknchd1.mp3