Autonomía digital y tecnológica

Código e ideas para una internet distribuida

Linkoteca. Uber


Uber financió teléfonos y coches a sus conductores, como si fuera un banco concediendo hipotecas ‘subprime’

Para convencer a conductores firmó un trato con AT&T y compró miles de iPhones que regalaba a conductores. «El acuerdo atrajo a los conductores ‘luditas’ a la red»,

Otra idea fue el programa de préstamo Xchange, dedicado a quienes no tenían dinero para un coche. La empresa daba crédito a cambio de trabajar para ella. Así reclutaron a miles de conductores sin historial crediticio, con alto riesgo de impago. Poco después, hubo un pico de incidentes y descubrieron que la mayoría los provocaban conductores a los que se les había hecho un préstamo. Por otro lado, estos conductores no podían pagar los créditos porque Uber no les daba suficientes ingresos y devolvían los coches en peores condiciones. Aun así, las métricas no dejaron de crecer.

Como muchas tecnológicas, Uber ofrece a sus empleados ciertos beneficios, como la cena gratis. Hasta 2017, la cena en Uber se servía a las 20:15, lo que obligaba a los trabajadores a hacer varias horas extra si querían disfrutarla.

«El principal problema que le veo al activismo basado en el consumo (no compro de esto, no voy a esta tienda) es que tiende a ser individual. Puede haber un boicot colectivo, pero siempre depende de la responsabilidad de cada cual. El activismo en la producción tiende, en cambio, a ser colectivo. Como en los sindicatos laborales o, en cierto modo, en los sindicatos de inquilinos. De hecho, creo que tiene más sentido ir a la base del problema: las relaciones de producción y de propiedad. Ambas formas de activismo son combinables, pero la del consumo crítico tiende a reflejar dinámicas de mercado: compro o dejo de comprar por preferencias individuales». De hecho, él mismo reconoce usar Amazon: «Lo uso porque tienen una oferta que no encuentro en otro lugar, como libros descatalogados a buen precio porque no puedo encontrarlo en librería afín o cercana. Y porque es cómodo, para qué vamos a negarlo».