Hace casi una década, cuando un distrito parisino se planteó la prohibición de las estufas de gas —medida finalmente revertida por la justicia—, la consultoría especializada en transición ecológica Carbone 4 calculó que una terraza equipada con cuatro braseros que funcionaran ocho horas al día emitía tanto CO2 como un trayecto en coche de 350 kilómetros. Finalmente, en París se llegó a un acuerdo para aumentar las tasas para el uso de terrazas.