Autonomía digital y tecnológica

Código e ideas para una internet distribuida

Linkoteca. Guillermo Zapata


Tabla comparativa entre los episodios VIII y IX de Star Wars

…aca-fans de Star Wars (fans que juegan a ser académicos o académicos que no se avergüenzan de ser fans, como bien ha defendido en numerosas ocasiones Henry Jenkins)

…una parte de los fans provocaron una guerra cultural contra “Los últimos Jedi” y además de defenestrar la película, consiguieron que Kelly Marie Tran (la actriz que interpreta a Rose Tico) abandonara las redes sociales tras recibir miles de insultos por su físico, su raza y por su papel en Star Wars. Resulta complicado no ver el cambio en el rol de su personaje como resultado de este proceso y por tanto como una victoria del ‘lado oscuro de los fans’.

Star Wars nunca ha sido obviamente un simple mito popular: especialmente tras la compra de Disney de los derechos y con la llegada de Internet, no hacer nada que pudiera poner en riesgo la mitología original para así poder preservar el imaginario que es representado en parques temáticos, series u otras películas, videojuegos o cómics y rentabilizar al máximo (económicamente) todo ese universo de ficción parecía algo que Abrams ‘declaraba’ indirectamente con “El despertar de la Fuerza”.

La fuerza no está peligro, el Imperio está en disputa. Disney es la dueña de la inmensa mayoría de la atención audiovisual del planeta, pero no es capaz de disciplinar y dirigir esa atención, necesita las singularidades que existen en la misma para seguir reproduciendo sus beneficiosos mundos de ficción.

Star Wars no ha terminado porque hoy en día y por más que se esfuercen, la industria no es capaz de poseer en su totalidad las historias. Las historias son complejos universos habitados por personas diversas, por variados intereses y disputas culturales. A nosotros, desde nuestro humilde lugar de aca-fans, nos gusta pensar que Star Wars aún puede ser otra cosa. Que puede ser más una república de fans que un imperio.