¿Quién realmente necesita el 5G?
Además de las noticias que relacionan el 5G con el covid-19 y otras ideas conspiranoicas, aún no está claro que este tipo de tecnología tenga afectaciones a la salud, ya que hay controversia en los estudios y no se ponen de acuerdo. Lo que sí es seguro es que el 5G significa más fabricación de dispositivos, antenas, cables, servidores y aparatos de todo tipo, que se construyen con minerales, que se extraen de minas, que afectan gravemente a la tierra y el territorio. También llevará aparejada mucha obsolescencia y renovación de equipos, y por tanto, mayores cantidades de residuos tecnológicos, que irán a parar a vertederos, ríos, costas, que también afectarán gravemente a la tierra y el territorio. Es decir, a muchas personas.
Y estar a la última en tecnología para acceder a estas redes ¿significará trabajar más para consumir más tecnología? ¿En qué condiciones laborales? Pues con el 5G también se prevé más automatización en puestos de la industria y los servicios. Suena a más precariedad, deslocalización, desempleo. ¿O vendría acompañado de dignificación de otros puestos de trabajo y rentas básicas?
Pero también con consecuencias geopolíticas, como hemos estado viendo con la pugna entre Estados Unidos y China. ¿Dentro de unos años habrá varios Internet, según los bloques geopolíticos? Todo apunta a ello.