El año en el que más se construyó en España fue 1960. Por primera vez en varias décadas, el país experimentó una estabilidad económica que permitió un pequeño salto en la calidad de vida. Coincidió con el éxodo rural, para el que hicieron falta nuevas construcciones que acogiesen a los recién llegados del campo, y con el origen de un turismo que capitalizaría la economía española hasta nuestros días. La época conocida como el ‘desarrollismo’ propició dos programas de planificación económica y social en torno a zonas industrializadas y de costa que dibujaron el desarrollo urbano de los años posteriores.
Según el castastro, el 17% de construcciones de todas las capitales de provincia data de esa década. Luego llegaron los PAU, que alejaron la vida del casco histórico de las capitales, las grandes urbanizaciones, la burbuja y, también, los cadáveres inmobiliarios de la crisis.
…la fabricación en cadena del Seat 600 hizo que el automóvil pasara de ser un artículo de lujo a una utilidad de clase media, dando lugar a un nuevo enfoque urbanístico: ¿por qué vivir en el centro si ya es posible hacerlo en una casa más amplia sin tardar más de 20 minutos al trabajo?
Nació así el fenómeno del ‘urban sprawl’ o la dispersión urbana, que dio lugar a casi todos los barrios fuera de la M-30, como Aluche, Móstoles o Vallecas, donde se construyeron principalmente edificios de ladrillo; o Fuencarral y Pozuelo, lugares al norte en los que proliferaron las primeras urbanizaciones de chalés.
…este nuevo concepto de Madrid supuso la ruptura de una ciudad centrada en la proximidad, en una ciudad dispersa, basada en el coche.