Grupos de investigación de todo el mundo están estudiando por qué la COVID-19 ataca en lugares concretos y en otros pasa de largo. Lo que parece es que «se extiende en lo que llamamos ‘clusters’ o racimo, mientras que en la gripe los contagios son más uniformes», explica el epidemiológico Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid. Sería un grupo de infecciones en el mismo lugar y al mismo tiempo frente a contagios menos concentrados como los de la gripe común, que también son más fáciles de gestionar por los servicios sanitarios.