Lo que aprendí contestando pacíficamente comentarios maleducados en Twitter
quizás haya que ir dando por concluida la famosa regla del “ Don’t feed the troll”. Ya sabemos que Twitter (especialmente ésta) es un lugar tendente al troleo y a los zascas. Desconozco si es la configuración de la herramienta o si un devenir social. Pero es así.
he podido darme el lujo de usar la educación y la pedagogía extremas porque no sufro esto non-stop. Puedo imaginarme a una persona rendida ante tanto odio y decidiendo luchar en vez de intentar convencer a nadie a través de la palabra.
En lo que no me cabe duda es que la polarización puede ser neutralizada así. Hubo varias personas que tras haberme hablado mal terminaron disculpándose por ello tras ver que yo solo contestaba de forma educada. Por eso creo que necesitamos defender la radicalidad de la no-violencia. Necesitamos generar entornos digitales habitables que permitan una discordia educada.