según Walter Gropius las mujeres no estaban capacitadas física y genéticamente para determinadas artes ya que pensaban en dos dimensiones, frente a sus compañeros masculinos, que sí podían hacerlo en tres.
Lo que resultaba más apasionante de la Bauhaus era que no había ningún sistema de enseñanza aún establecido. Y sentías como si dependiese solo de ti. Debías encontrar de algún modo tu manera de trabajar. Esa libertad es, probablemente, algo esencial que todo estudiante debería experimentar