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Linkoteca. burbuja del alquiler


Apuestáis por la defensa de la vivienda desde la vertiente de la lucha colectiva. ¿Qué ventajas supone esto?

Tener delante un Sindicato de Inquilinos y no un inquilino individual puede hacer que muchos propietarios o intermediarios que tengan intenciones de maximizar las costas al arrendatario se lo piensen dos veces. Si bien la palabra quizás no es intimidación, al menos sí habrá cierto respeto que parece que de manera individual no siempre se tiene. Es muy importante estar empoderados e informados, ya que te sitúa en otra posición frente al interlocutor.

¿La sociedad entiende que un desahucio por alquiler es menos grave que uno por hipoteca?

En general parece que los desahucios por alquileres son algo más ‘leve’, sí. Sobre todo por el hecho de que no hay el endeudamiento de por vida que hay en el caso de las hipotecas. Para nosotros, una pérdida de la vivienda para alquiler por una subida de precio es un desahucio invisible. Esto puede conducir a una situación muy dramática y de vulneración del derecho a la vivienda dadas las circunstancias actual en las que el mercado está al alza y que los precios son impagables. Si te desahucian por hipoteca o alquiler, al final te encontrarás que no puedes pagar los precios que hay actualmente.

¿Por qué decís que es invisible exactamente?

Decimos que es invisible porque no se reflejan en las estadísticas sobre desahucios. Por la comprensión social que tenemos no lo asimilamos como un desahucio pero es una negación del derecho a la vivienda.

¿Es una falacia que el inquilino podrá encontrar otro piso yéndose al área metropolitana?

Totalmente. La semana pasada se hizo una asamblea de 150 viviendas en Sant Joan Despí que están en manos de un banco. La falacia de que nos suburbanizamos y que si vamos hacia el área metropolitana arreglamos el problema no es verdad. Los fondos buitres y los inversores también están apuntando sobre el área metropolitana. Además, el parque de vivienda de alquiler disponible no podría acoger un eventual o potencial desplazamiento de todos los inquilinos de la ciudad de Barcelona. No funciona esta idea que simplemente vamos más lejos y ya está. Otro problema es que tampoco funciona en términos de derecho a la ciudad. La crisis habitacional está rompiendo el tejido social de la ciudad, por eso debemos defender con uñas y dientes.

Hablas de fondo buitres e inversores… ¿De quién es Barcelona?

Hay un gran vacío de datos y transparencia sobre la estructura de la propiedad en la ciudad de Barcelona. Esta es una de las reivindicaciones que estamos haciendo en el Ayuntamiento muy claramente y al Incasòl. Son datos que existen, están en el Incasòl, porque allí tienen constancia y el registro de la propiedad también los tiene pero no están cocinados y no se hacen públicos en nombre de la protección de datos.

No se pueden dar datos de particulares… ¿Pero sí podrían hacerlo de personas jurídicas?

Esto se podría hacer y nos podrían dar una idea de cómo de grandes y pequeños y cómo están distribuidos los tenedores en la ciudad. Esto nos permitiría desmontar la idea de que España es un país de pequeños propietarios donde todos tienen su piso o uno que se ha heredado de un familiar. Cuando atacamos a los propietarios no vamos a por los pequeños propietarios ni comprometemos los intereses de la clase media que tiene un piso o dos.

El servicio de inspección de Etxegintza rastrea los numerosos anuncios de pisos turísticos en busca de pruebas de prácticas irregulares en las cerca de 1.900 viviendas en régimen de alquiler que constituyen el parque municipal de VPO —el Gobierno vasco tiene su propio parque de VPO en régimen de alquiler y compra en la capital guipuzcoana y su propio equipo inspector—. En ocasiones, ante indicios de fraude, se han llegado a hacer reservas por internet haciéndose pasar por turistas para intentar pillar al usuario de la vivienda pública con las manos en la masa.

La principal pista se encuentra en el movimiento de turistas por estas zonas. Así, se vigila el trasiego de maletas o la presencia de matrículas extranjeras en las cercanías de las viviendas. A este último respecto, el servicio de inspección ha certificado la presencia de coches de diferentes nacionalidades en una misma plaza de garaje correspondiente a un beneficiario de VPO.

La labor inspectora es “muy importante”, pero la “clave” para que la unidad de vigilancia de apartamentos turísticos en VPO pueda detectar estas infracciones son las denuncias vecinales.

La otra práctica fraudulenta, que puede sonar ‘a priori’ menos grave pero que es “igual de prohibida”, es el intercambio vacacional de casa por casa que “se supone sin lucro económico”. Aquí, se ha certificado que el trueque se ha producido en un caso mientras en que otros dos se investiga si este se ha consumado finalmente tras la publicación del anuncio.

La nueva legislación de las SOCIMI y la reforma de la LAU entran en vigor en 2013. Desde el año siguiente se disparan los precios de los alquileres, con subidas astronómicas lideradas por Barcelona y Madrid.

Fondos de inversión internacionales empezaron a comprar paquetes desorbitados de entre 200 y 2.000 viviendas por precios muy por debajo del mercado.

Los bancos se deshacen de sus paquetes de viviendas tóxicas, que serán adquiridas por fondos buitre en un mercado articulado sobre SOCIMI. Al mismo tiempo, la banca española comenzaría un proceso de inversión en SOCIMI para captar parte de los beneficios del nuevo ciclo.

El objetivo no solo es el beneficio que su actividad genera en el mercado, sino la revalorización del inmueble como activo financiero-inmobiliario. La inversión masiva en activos inmobiliarios se basa en las expectativas de que dichas inversiones producen de manera automática mayores subidas del valor de los activos.

La burbuja de alquileres generada de forma intencionada por las políticas del Gobierno ha sido un medio para reactivar a su vez una burbuja inmobiliaria en toda regla.En el periodo post-2008, una vez más, la intención del Gobierno ha sido reactivar una burbuja desde el sector de los alquileres, que se iba a articular sobre tres ejes y fases: una burbuja de alquileres, que impulse una burbuja de compraventa e hipotecaria, que a su vez genere un nuevo ciclo de construcción de vivienda de obra nueva.

Ante las dificultades para alquilar y las subidas de precios, la opción de compra se vuelve una solución cada vez más rentable y extendida para quienes “se lo pueden permitir”. Más como necesidad que como deseo, ya que muchas de estas personas preferirían vivir de alquiler pero se ven forzadas a la compra ante los abusos del mercado de alquiler.

Ante las dificultades para alquilar y las subidas de los precios, por muy increíble que parezca, emergen una vez más los discursos pre-2008: es mucho mejor comprar que alquilar, una hipoteca a 30 años es más rentable y se paga menos que alquilando.

El Gobierno del PP y los especialistas del sector, insistían una y otra vez en que las subidas de los alquileres se deben a que la demanda de vivienda supera a la oferta, y en que la solución pasa por edificar más vivienda. Pero las políticas de oferta, basadas en la construcción masiva de vivienda, solo buscan aumentar la burbuja, ya que España es uno de los países del mundo con más vivienda construida por habitante y con más vivienda vacía de Europa.

Cómo ya sucedió con la burbuja de 1995-2007, cuanto más se construya y cuanto más se urbanice, mayor será la subida de los precios de la vivienda

La venta de vivienda social ha sido sistemática durante los anteriores gobiernos municipales del Partido Popular. A la enajenación de 1.860 viviendas a Fidere por parte del Gobierno de Ana Botella que en estos momentos se encuentra judicializado, hay que sumarle otras 3.000 viviendas a otros fondos buitre.

«Hay que tener en cuenta que el parque de alquiler público no llega al 2% en Madrid, la incidencia es nula», explica la arquitecta. «Siempre que hablemos del modelo Viena o el de otras ciudades europeas hay que tener en cuenta que en esos casos las ciudades cuentan con un elevado número de vivienda pública entorno al 20% o el 25% sino no hay manera de incidir en el precio»

Disponer de repente de un parque de vivienda pública del 20% del total para incidir en los precios del alquiler es casi imposible. Por eso, para Raquel Rodríguez hay otras medidas que se pueden poner en marcha desde ya que ayudarían a regular los precios desorbitados que sufren las grandes ciudades. A su juicio, los alquileres turísticos influyen pero no es el único problema.

La enajenación de patrimonio público ha sido una constante durante los últimos 20 años en la capital donde la política pública de vivienda se ha basado en la venta. La pérdida de viviendas públicas durante las últimas dos décadas se ha cuantificado en 23.000, según la EMVS, lo que supone que de no haberse producido todas estas ventas en la actualidad el Ayuntamiento de Madrid contaría con parque estimado de 29.000 viviendas.

Duele ver entrar a personas desconocidas en la que consideras ‘tu casa’ y proyectar sus deseos en forma de futuros tabiques a tirar, cortinas o elementos decorativos mientras tú estás ahí todavía con tu amorfa disposición que mezcla muebles de los anteriores propietarios con los tuyos, juguetes esparcidos por otras partes, estanterías eternamente desordenadas de libros a medio leer o cajones con cables y cacharros de supuesta tecnología punta que nunca llegaste a estrenar…

Duele darte cuenta de que tu casa no es tuya. Es como si el mercado inmobiliario viniera a darte una fuerte bofetada en la cara y te dejara impreso la famosa proclama de “no vas a tener una casa en la puta vida”. Y a pesar de que adecentaras una lamentable terraza que cuando llegaste era impracticable, a pesar de que arreglaste una cisterna que perdía agua de forma regular o a pesar de que has pagado 42.000€ en 5 años de alquiler, no es tuya.

También duele porque no hay alternativa. Porque llevamos buscando piso durante un año y la oferta se vuelto cara y escasa. Quién tiene casas decentes prefiere AirBNB, a pesar de que en las grandes ciudades ya hayan dado la alerta sobre los efectos nocivos para los vecindarios de construir zonas turísticas 2.0.