acota la posibilidad de ofertar un alojamiento si no es vivienda habitual y de alquilarla vacía por más de 90 días al año, eliminando así a empresas e impidiendo a que se dedique a alquiler exclusivo a turistas durante todo el año
el modelo de San Francisco facilita que se puedan mantener los verdaderos valores de la economía colaborativa a la vez que frena la especulación y la profesionalización de los propietarios.