Autonomía digital y tecnológica

Código e ideas para una internet distribuida

Linkoteca. XNet


Hoy nos acompaña Simona Levi, una de las 25 personas que están dando forma al futuro según la revista “Rolling Stone”, para hablar de una de las características más básicas de las organizaciones: su tamaño.

Casi todos estamos de acuerdo en que la razón tras cualquier intento de organización es hacer algo, pero ¿Es inutil intentar cambiar nada sin la concurrencia de las masas como sugirieron diferentes corrientes políticas del s.XX o son los pequeños grupos decididos, insistentes y comprometidos los que cambian el mundo?

¿Qué límites impone la naturaleza, la sociedad y la cognición a la escala de nuestras organizaciones? En definitiva ¿cuantos tenemos que ser para hacer algo?

Dedico mi vida a denunciar que Internet (lo digital), no es un espacio diferente a la realidad; es parte de la realidad. Dedico la vida a explicar que si permitimos que se cree un estado de excepción en Internet, el paso a que se traslade al resto de los ámbitos de la vida es solo uno.

«Discurso de odio» es una expresión perversa: trabajar contra el «discurso del odio» (donde «odio» es solo un atributo subordinado a «discurso»), es trabajar en primer lugar contra «el discurso» y, por tanto, contribuir a la narrativa que recorta la libertad de expresión y no a la que erradica las discriminaciones.

Con Xnet llevamos años defendiendo el derecho al anonimato. Pero así como el derecho a la libertad de expresión no es la obligación de nadie a escuchar, el derecho al anonimato es el derecho a que puedas tú mismo garantizar tu propio anonimato sin ser criminalizado por hacerlo. Nada más. Obviamente no significa que se deba perseguir quien dice que el mismo gato está en la foto de tu perfil anónimo y del que no  lo es.

Por otra parte, si acosas o insultas en la red, el juez manda a que se averigüe quien eres; se averigua y persigue el delito. Fin del melodrama.