Gran parte de la arquitectura residencial de los últimos años ha optado por negar ese espacio de conflicto. Sin embargo, y como hemos visto, pueden existir formas de asumirlo y trabajarlo. La vivienda del futuro será así la que se materialice como discusión permanente. Recomponer ese binomio (vida-trabajo) establecido por la ciudad industrial y renunciar al imaginario de vivienda dormitorio en favor de una nueva idea de espacio compartido en el que vivir, trabajar, disfrutar y cuidar acompañados.