La regulación de los precios es un reclamo histórico de los colectivos de vivienda de todos los lugares del mundo, que ven en ello el principio del fin de la especulación inmobiliaria. En el caso de Nueva York, hay dos tipos de límites: el control y la estabilización de la renta. La regulación establece que los edificios con renta de 1970 cuya construcción fuese anterior a 1947, continúen pagando los precios anteriores, con pequeñas subidas controladas.